lunes, 4 de abril de 2016

Fé y Tradición


Silvia, siempre ha sido un pueblo de fe y tradiciones.

Las tradiciones religiosas son características de los pueblos. Silvia no se queda atrás. Cada año, este pequeño pueblo y su gente con mucha devoción se preparan con antelación para conmemorar la pasión de Cristo Jesús.

Terminada la Semana Santa, los niños y niñas son los encargados de revivir esta conmemoración, pues gracias a las enseñanzas de los antepasados, que se han ido transmitiendo de generación en generación, ellos han hecho parte de su infancia la Semana Santa Chiquita, que es realiza una semana después de la Semana Mayor.
La inocencia de los pequeños silvianos de los diferentes barrios del municipio llevaba a crear pequeñas andas con materiales como el cartón y la madera u otros elementos que estuvieran a su alcance colocando imágenes que simulaban los pasos de esta.

Primeramente estas actividades eran tomadas como juegos, pero al pasar el tiempo surgió como idea  de los abuelos y familias que veían un sentimiento de fervor de los pequeños hacia esa tradición, crear una semana santa chiquita, imitando lo que se hace en la Semana Mayor en el pueblo, en la que pudieran participar los niños y niñas silvianos, con el fin de formar a los futuros cargueros, sahumadoras, y regidores para que así sigan con la costumbre de participar en ella.

Oscar Daniel Rengifo, afirma que en Silvia antiguamente se realizaban procesiones en dos partes, la primera que era organizada por familias de los barrios las delicias y el centro con imágenes disparejas entre los 20 y 50 cm de altura y trajes humildes, y la segunda por las familias del barrio caloto, que eran imágenes prestadas de casas de los habitantes de este barrio y vestidas de acuerdo a la ocasión, pero  ambos con un valor espiritual muy grande. También recuerda que “Hubo un año en que las dos procesiones se encontraron en el puente de los bomberos, era viernes ese día estaba cargando en el Santo Sepulcro, con traje de gala y alguien grito que saliéramos a correr porque se habían cogido a piedra al encontrarse. Todos comenzaron a recoger piedras del suelo, porque las calles en ese tiempo eran empedradas y empezábamos a lanzar los unos hacia los otros.

Después de ese incidente, el recorrido se cambió y poco a poco se fueron limando asperezas y se llegó a un acuerdo de dejar una sola Semana Santa Chiquita.”

Años después el Señor Gerardo Fernández Cifuentes, oriundo de Silvia y periodista del diario el Liberal, quien en 1961 se enteró que en Popayán habían unas imágenes religiosas para la venta que fueron utilizadas en las procesiones pequeñas de esa ciudad, lo que rápidamente  lo llevó a informar a la comunidad Silviana, quienes reunieron los recursos para atesorarlas y establecer la semana santa pequeña como debía de ser.

Esas imágenes se compraron pero no son propiedad de nadie en específico, se realizaron documentos escritos en los que consta que son pertenencia de los habitantes del barrio Caloto, del municipio de Silvia; además se creó una Junta en pro de las procesiones chiquitas, la cual es la encargada de velar por el bienestar de estas y también se designaron los síndicos de cada paso.
Según María Amparo Velasco, presidenta de la junta “Pro Semana Santa Chiquita”, las imágenes o santos con las que se iniciaron las procesiones eran principalmente de yeso, y uno de los mejores desfiles era el de la resurrección, ya que aproximadamente durante 50 años al finalizar el encuentro en el barrio caloto en frente de la casa de la señora Aurelia Fernández (Q.P.D.) se volvía  una fiesta y entraba todo mundo, y era ella quien costeaba todos los gastos.

Desde hace 55 años, las procesiones chiquitas han sido una tradición cultural en el municipio de Silvia, y actualmente se cuenta con 39 pasos y todos los actos de la Semana Mayor son imitados por los niños que alegremente participan de estas, y que gracias también a la comunidad silviana se han ido fortaleciendo y logrando un mejoramiento para que esta tradición se convierta en patrimonio cultural inmaterial del departamento del cauca.

Alma Yolanda Paredes, autora del libro MEMORIAS LEGADO PARA FUTURAS GENERACIONES nos cuenta brevemente el surgimiento de la semana santa chiquita del barrio caloto.









Clara Isabel Rengifo Reyes
Fuentes: María Amparo Velasco
Oscar Daniel Rengifo
Alma Yolanda Paredes



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