Los territorios del norte
del Cauca son los más peleados tanto por el gobierno como por los grupos indígenas
y campesinos de esta zona, ya que son tierras con un alto porcentaje de fertilidad de suelo, según un estudio realizado por la Universidad Javeriana de
Cali.
Debemos resaltar que el
Cauca es uno de los departamentos con mayor población afro e indígena y que ha
sido un blanco para el conflicto armado pues sin importar los acuerdos de cese
unilateral al fuego, en municipios como Caldono, Jámbalo, Guapi, entre otros, siguen
existiendo enfrentamientos con grupos subversivos que circulan por estas zona, y una de las razones principales es la apropiación
de tierras que traerán de una u otra forma beneficios para estos grupos.
En varias entrevistas
realizadas por medios de comunicación tanto de televisión, prensa y radio, algunos
líderes indígenas aseguran que es de vital importancia que el gobierno
reconozca y respete a los territorios indígenas
y su forma de gobernar, como está estipulado en la constitución política de
Colombia, para así evitar inconvenientes como el ocurrido con el caso de
Feliciano Valencia y tener una mejor relación entre sí.
Una vez respetados los
derechos a estas comunidades y que el gobierno cumpla con la restitución de
tierras, se puede empezar a hablar de paz, porque sería injusto que se logre algún
avance en los diálogos que se adelantan en la Habana y que multinacionales
lleguen a explotar territorios que en su mayoría son sagrados para los indígenas
y que siguen siendo los más afectados, pues ellos son quienes los protegen a
capa y espada, ya que estos hacen parte de su historia y de sus costumbres.
Siendo así, las comunidades retomarían
el control sobre sus territorios y el departamento del Cauca dejaría de ser un
campo de batalla para las fuerzas armadas y los grupos al margen de la ley.
Sin embargo el Gobierno Colombiano
debe tener en cuenta que la paz no solo se logra con la firma de documentos,
sino también con diálogos con las comunidades que han sido afectadas, pues las
consecuencias de la guerra no solo han sido los desplazamientos, ni las
muertes, también la falta de oportunidades para conseguir una buena forma de
sobrevivir, pues se han limitado algunas de las formas de subsistencia que
estas poblaciones han tenido a lo largo de los años en su existencia.
Por otra parte el Cauca ha
sido una de las rutas seleccionadas por el proyecto liderado por la Ministra Cecilia Álvarez Correa y el ministro del Posconficto, Derechos Humanos y Seguridad, Rafael Pardo a el municipio de Silvia, llamado Seguro te va a encantar que busca
incentivar el turismo en zonas que han sido afectadas por la guerra y que serán un
contexto diferente gracias al posconflicto.
Silvia, como casco urbano recibió
la vista de la “Ruta de la fe”, el día
22 de marzo del presente año, generando grandes expectativas en las comunidades
que participaron en ella, y donde hubo una gran acogida por parte de la comunidad.
Uno de los temas principales
tratados por el Alcalde del municipio, el señor José Gustavo Cuene Correa, fue
la “reconstrucción del tejido social”. Pues este municipio y sus alrededores
han sido afectados social, cultural y económicamente desde hace varios años por
el conflicto armado. Durante esta actividad hubo varias muestras de las diferentes actividades que el municipio tiene, como el día de mercado y las artesanías que se realizan allí, entre otras.
Se esperan grandes apoyos y
proyectos para que esta zona del departamento del Cauca, se fortalezca aún más
en el sector del turismo, ya que hoy en día se está luchando para que los corregimientos
aledaños al municipio ya no sean blancos de la guerrilla y que se trabaje y se
salga adelante con los beneficios que la tierra tiene para ellos, pero que sean
manejados correctamente y la acogida del turismo en esta zona del país, por sus
lindos paisajes y practicas socioculturales.
Cauca sigue en pie, pues
gracias a proyectos como este se ha fortalecido a nivel turístico y se espera que
con el posconflicto se solucionen los temas abordados en un comienzo y que este
departamento deje de ser el campo de batalla para la guerrilla; además que las
comunidades que habitan en este departamento tengan diversas posibilidades de
salir adelante con los conocimientos que la tierra les ha ofrecido y también que
se respete la Jurisdicción especial indígena, para lograr ser un departamento y un país en paz.
Clara Isabel Rengifo Reyes